Trazo: línea que define la forma básica de las letras.

Hombro: trazo curvo que sa­le del asta principal sin llegar a cerrarse.

Gancho o cola: trazo corto, curvo o diagonal, que sale de la parte inferior o del medio de la letra y se asienta sobre la línea base o debajo de ella.

Pico: medio remate en algunos brazos horizontales.

Oreja: trazo que se extiende más allá del asta principal de la letra.

Contrapunzón o contraforma: contorno interior de una le­tra, delimitado por un trazo total o parcialmente cerrado.

Ligaduras: combinación de dos o más letras.

Asta: trazo vertical u oblicuo más característico de la letra.

Filete o perfil: trazo horizontal que une otros verticales, diagonales u oblicuos.

Apéndice y vértice: punto creado por la unión de dos astas diagonales (apéndice en la parte superior, vértice en la parte inferior).

Terminal: terminación de un trazo que no tiene remate.

Espolón: extensión que articula la unión de un trazo curvo y otro recto.

Abertura: apertura exterior de la contraforma.

Floritura: adorno a modo de remate.

Brazo: trazo corto vertical u oblicuo que sale del asta.

Cruz o travesaño: trazo horizontal que atraviesa el asta.

Remate: pie en ángulo recto u oblicuo que se halla al final del trazo.

Uña: medio remate que caracteriza a algunos trazos curvos.

Lágrima: terminación redondeada de un trazo que no es un remate.

Modulación: orientación de la letra según el grosor de su trazo (vertical u oblicua).